lunes, 4 de enero de 2010

Vocación Estadístico

Todos hacemos y desarrollamos alguna profesión o actividad, que alguien nos lo inculco consciente o inconscientemente en algún momento en nuestra vida.

Los primeros que nos sirven de guías son nuestros padres, pero muchas veces lo hacen de manera intuitiva o buscan que elijamos algo que ellos no pudieron realizar, esto puede ser sugerido o impuesto, dependiendo de cada situación específica.

Otros que juegan este rol son los profesores durante la educación primaria o secundaria. Dicen que la docencia es una de las profesiones, en la cual nunca se sabe o se tiene pocos indicios de los resultados de todo el proceso, ya que en muchos casos los profesores solo acompañan parte del proceso o porque simplemente se pierde la pista de lo que cada alumno sigue después de culminado sus estudios, si es que lo concluyen.

A veces no basta tener las condiciones para ejercer cierta profesión u oficio, estas deben ser encaminadas lo más pronto posible, ya que si bien estas no se pierden, pueden quedar atrofiadas y no ser utilizadas en su plenitud, pensemos en un dibujante, médico, músico, biólogo o matemático.

Soy estadístico de profesión, siempre he tenido predilección por las matemáticas e interpretar los hechos a través de los números, sin embargo debido a la mediocre educación pública en la secundaria, intuía levemente esta inclinación, no era totalmente consciente de la facilidad que tenía para los cálculos y el uso de las matemáticas, es decir iba a ser un caso perdido, como muchos niños y jóvenes que tienen algún talento, pero nadie se percata y por muchas razones se dedican a actividades completamente dispares con estas cualidades.

Estudie secundaria comercial y uno de los cursos que lleve fue “Estadística y Finanzas”, tendría entonces 15 años de edad, quizás era el único curso que entendía además de las matemáticas; interesado por el uso de las gráficos, de los números y de la forma como el profesor mostraba y explicaba los hechos, los sucesos y el comportamiento económico, me llevaron a acercarme al profesor y pedirle detalles del curso, por qué un tipo de gráfico y no otro, para qué más servían las fórmulas, existía una carrera sobre esto, en qué más se aplicaba, ..., y una serie de preguntas que él me respondía muy didácticamente con solvencia y atención debido a mi interés. Por supuesto que en el aula a nadie le interesaba y todos aborrecían el curso.

Al terminar la secundaria y pasada la euforia de culminar una etapa, por diversas razones me distraje en muchas cosas y ocupaciones, como todo joven confundido no sabía que estudiar y cuando llegó la hora de decidir dije voy a ser ESTADISTICO. Por qué entre las conversaciones que tuve con el profesor que me despertó este interés, vagamente recordaba que me había dicho “ .. tú tienes condiciones para la estadística ..”. Y entonces me decidí, esa era mi vocación.

La vocación es la tendencia que una persona siente hacia determinadas actividades, es una inclinación natural que desde niño se manifiesta, esta se relaciona con las habilidades específicas, las capacidades y las posibilidades económicas, así como las oportunidades que brinda el contexto.

Las personas se sienten realizadas cuando hacen lo que le gusta y puede encontrarle significado a su tarea colaborando en su ambiente. Todo en la naturaleza tiene un propósito y tiende al equilibrio, y el trabajo creativo de cada uno también tiene que estar en armonía.

Desde que termine de estudiar la carrera, y desde que existe Google y otros buscadores he tratado de encontrar al profesor que influyó en mi vida profesional, pero jamás lo he encontrado, no sé qué fue de él, por supuesto que el menos sabe que yo existo, ya que debe haber tenido miles de alumnos que hablaron con él sobre el tema.

Donde quiera que él profesor LUIS OJEDA se encuentre, le agradezco enormemente. El fue quién despertó en mí este interés, que me ha dado enormes satisfacciones en la vida, él me enseño en el Instituto Nacional de Comercio Nº 51 de la GUE “José María Eguren” de Barranco en el año 1971. El despertó mi vocación.