La
estadística, es la ciencia de dar sentido a los datos. En la década de los
ochenta se empezó a tomar conciencia de que el pensamiento estadístico es una
de las claves para la administración y la gerencia.
Cuando un grupo de directivos
tiene que decidir cómo elaborar un nuevo producto, puede guiarse por sus gustos
e intuición, u obtener datos de una encuesta acerca de las preferencias de los
consumidores. Cuando las piezas de una fábrica se rechazan debido a problemas
con la calidad, los directores de los departamentos de diseño, ingeniería,
compras y producción pueden discutir tratando de culparse los unos a los otros,
o pueden obtener datos para determinar qué es lo que ocasiona el problema.
Obtener y utilizar datos en forma inteligente resuelve muchos problemas.
Todo
gerente o directivo tiene la necesidad y la ocasión de tratar con datos. La
necesidad puede ser obvia, como en el caso de las empresas crediticias que
deben analizar el comportamiento de cientos de clientes a los que se les han
hecho préstamos, o de una Clínica que tiene que conocer día a día la
disponibilidad de camas y salas de operación. En otros casos, la necesidad
puede ser menos obvia; por ejemplo, los administradores de un hotel, con el
registro anticipado de huéspedes para reducir las colas y los tiempos de espera en la recepción; o una cadena de tiendas de equipos de cómputo podrían
pasar por alto que al combinar los datos relativos a las ventas con los del
inventario se pone de manifiesto que el afán por alcanzar su cuota mensual de
ventas está provocando problemas periódicos con el inventario, que se pueden
evitar.
El
pensamiento estadístico es indispensable para todo decisor, tanto al tratar con
las operaciones cotidianas como al buscar oportunidades para mejorar. El pensamiento estadístico se encuentra en torno a los siguientes temas: cómo
recabar datos útiles; cómo hacer los datos una forma comprensible; cómo utilizar los conceptos de la teoría de la probabilidad; cómo inferir y hacer predicciones con base en la
limitada información disponible y cómo utilizar las
computadoras en el proceso.
Para ser útiles, los
datos se deben recopilar y poner a nuestra disposición, ya sea a través del
muestreo, de una experimentación o de archivos públicos o privados disponibles.
Una larga lista de números
y datos no son de mucha utilidad. Se les debe resumir o sintetizar para que se
pueda entender, interpretar o utilizar en el hecho que se estudia. Si pueden
ser graficados, mejor.
Dar sentido a los
datos implica comprender la variabilidad aleatoria, ya que donde hay
aleatoriedad hay incertidumbre, por lo que los resultados de una muestra o de
un proceso no se puede predecir con precisión absoluta, por lo que se requiere
conocer los conceptos de probabilidad.
Al usar los datos, un
decisor ha de inferir algunas características de la población subyacente
basándose en la limitada información que se cuenta, esta inferencia contiene un
grado de incertidumbre, que el decisor o investigador conoce.
Con el advenimiento
de las computadoras personales el dar sentido a los datos se ha hecho más fácil.
Existen cientos de paquetes de software estadístico. De manera que ahora uno se
puede concentrar más en los resultados y en su presentación, más que en el
procesamiento de los datos.
Reiteramos lo que se mencionó anteriormente en este blog: a pesar de los avances
logrados en estadística a la actualidad, aún las empresas y las instituciones
tutelares del gobierno no han llegado a incorporar a la práctica el pensamiento
estadístico necesario, a pesar que las TICs, permiten que este sea más
alcanzable.
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