La
Calidad de la información en una investigación es de vital importancia. Todo esfuerzo
de investigación implica un conjunto de procesos sistemáticos que se sustenta
en el conocimiento previo y a su vez se constituye en insumo para futuras
investigaciones, por lo tanto la información utilizada en nuestra
investigación, debe ser de calidad. Del mismo modo, la información que se proporcione
para continuar en la línea de investigación elegida, también debe ser de
calidad. Los criterios que deben presenta la información, para calificarla de
calidad son:
Tener objetivo, la información debe tener un
objetivo claro, la información que se brinda en nuestra investigación debe
servir para informar, convencer, inducir y permitir el avance de la ciencia. Si
la información que se brinda no tiene objetivo, no sirve.
Ser vigente, la información no actualizada pierde
vigencia, sobre todo en temas comerciales, donde la información en un año puede
ya estar desfasada; en marketing la información dura solo meses; en política
los cambios de decisiones de gobierno pueden durar días y en salud o medicina
existe un movimiento constante de contenidos, no existe un límite para
considerar oportuna a la información.
Ser relevante, debe existir afinidad entre la
finalidad de la información y el usuario a quienes está dirigida, en función de
los propósitos planteados por el investigador. La información debe resultar
relevante y debe satisfacer las necesidades informativas de su público objetivo,
es una valoración subjetiva de los usuarios.
Tener estructura, la información debe contar con una
estructura lógica de contenidos. No basta con recolectar datos sin ningún orden
ni secuencia. La información debe estar jerarquizada y organizada de manera que
el usuario pueda captar desde un primer momento los contenidos más importantes
de la publicación.
Ser exacta, la información debe ser validada,
para estar acorde con lo que se observa y no debe entrar en contradicción con
la experiencia. La información debe estar basada en la evidencia científica por
lo que se recomienda validar la exactitud de la información comparando y
comprobando con otros estudios.
Cobertura, la amplitud, el nivel de profundidad
y el grado de detalle de los contenidos dependerán de los propósitos declarados
por el investigador. No es lo mismo la información para profesionales que para no
profesionales. Respecto a la ubicación geográfica la cobertura de la
información puede ser de ámbito local, regional, nacional o mundial.
Tener autoría, toda información debe presentar al
autor personal o institucional, que permita verificar la periodicidad y
consistencia en sus publicaciones. También debe proporcionar datos de contacto,
a fin de considerar la opinión del usuario, permitiendo crear una comunidad
participativa.
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