Los diversos métodos estadísticos para realizar
pronósticos están en su mayor parte
dirigidos hacia los pronósticos económicos, de mercadotecnia, financieros y
otras formas de predicción empresarial. Estos métodos se centran fundamentalmente en el corto y mediano
plazos.
En el campo de los
pronósticos tecnológicos y ambientales existen varias formas de predicción, que se enfocan al largo plazo. Dichos métodos
cubren la predicción poblacional o demográfica, disponibilidad y costo de materias primas, evaluación del riesgo político, pronósticos gubernamentales y
legislativos, predicción competitiva y, la predicción
tecnológica.
La predicción tecnológica y ambiental no siempre proporciona
un procedimiento detallado, ni presenta
sus pronósticos como una respuesta numérica sencilla. El uso de tales métodos requiere de un
entendimiento de los factores implicados en cada
situación y una necesidad para adaptar el método a esa situación. Con dichos métodos es el experto quien es el procesador de hechos, conocimiento e información, más que algún
conjunto de reglas matemáticas, como
sería el caso con los métodos cuantitativos.
Los métodos de predicción tecnológica y ambiental se utilizan en tres tipos de situaciones:
La primera es la predicción cuando un nuevo proceso o
producto dado llegará a ser ampliamente adoptado. Por ejemplo, una organización
puede estar consciente de un cierto número de descubrimientos científicos que
todavía no han sido aplicados y puede pretender pronosticar el momento en el
cual su aplicación se hará más amplia. O una empresa puede interesarse en el
horizonte temporal para la adopción de un nuevo proceso. Como un ejemplo, se
puede considerar el desarrollo de la robótica y el problema de pronosticar el
punto en que dicha tecnología tendrá amplio reconocimiento en las aplicaciones
industriales. Esta información sería de interés para las empresas que
manufacturan o venden robots y para quienes pueden explotar las oportunidades
disponibles a través del uso de la robótica para mejorar su producción y
reducir sus costos.
La segunda es predecir qué nuevos avances y
descubrimientos se harán en un área específica. Por
ejemplo, ciertas organizaciones podrían interesarse
en lo que sucedería con los nuevos descubrimientos y avances médicos. Las
corporaciones podrían desear pronosticar nuevos procesos y tecnologías que serán desarrolladas en su industria
durante los próximos años, para ayudar en la
planificación de los programas de ampliación de planta física, el desarrollo del mercado de largo plazo y
las inversiones en investigación y desarrollo a largo plazo. También es
importante ser capaz de pronosticar el costo de la energía y otras materias
primas, porque los aumentos de tales
costos podrían tener graves consecuencias en algunos países o empresas.
La tercera es la predicción de los tipos de cambios y
patrones que podrían surgir de un
área que está sufriendo o está a punto de sufrir un cambio
primordial. Un objetivo principal es romper paradigmas e identificar la gama de posibilidades futuras.
Aislar patrones y relaciones emergentes
en tal situación es también deseable ya que los cambios tecnológicos afectarán
inevitablemente las actitudes sociales, las que a su vez afectarán la demanda de productos y servicios y las innovaciones
tecnológicas.
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