Cuando se lleva a cabo una investigación, luego de definir el problema y las variables
que explican o describen los hechos que van a ser medidos y evaluados, es necesario ir pensando
en los datos, ya que de nada servirá determinar el problema, los objetivos y
las variables, si luego nos enteramos que es difícil obtener los datos, tanto a
nivel primario como secundario.
En algunos casos por la naturaleza del problema y de
la investigación sólo será posible utilizar datos secundarios, es decir datos
que se encuentran en documentos o en base de datos, elaboradas a partir de
fuentes primarias, y que en la mayoría de los casos corresponden a datos estadísticos de información permanente
que se genera en las diferentes instituciones del estado; por ejemplo: las
defunciones, enfermedades, las microempresas creadas mensualmente, flujo
turístico por tipo de hotel, casos o expedientes judiciales resueltos, número de edificios en
construcción, número de viviendas construidas por distrito, número de
sentenciados, alumnos matriculados por tipo de escuela, comportamiento del
dólar, producción por sector, etc. La lista puede ser interminable. ¿Pero dónde
están esos datos?
El gran productor, de la mayoría de estos datos es
el INEI, que se encarga de acopiar, organizar y difundir en forma oficial las estadísticas nacionales,
pero también están todos los Ministerios que en gran medida cuentan con datos e
información sectorial respectiva y están dispuestos en bases de datos, archivos
en formatos Excel, SPSS, DBF, SQL, PDF o TXT, a las cuales se puede acceder directamente
o realizar algunas transformaciones, para ser utilizados según el interés
particular. Incluso en algunos casos se brinda datos en serie de
tiempo es decir el comportamiento de una variable a través de los días, meses o
años.
Detrás de estos datos hay recursos dispuestos: equipos, oficinas, sistemas,
papelería y útiles de oficina y sobre todo personas (administrativos, de apoyo
y especialistas) y en algunos casos hay estadísticos; estos datos son el
producto de una serie de esfuerzos, que ameritan ser utilizados, lo cual implicaría,
analizarlos, exprimirlos y torturarlos a fin de encontrar explicaciones más
sustanciales a la situación que se estudia.
El no darle uso a los datos, se pierde recursos y oportunidades de no encontrar la solución a
problemas cotidianos, y a prever situaciones en este mundo tan complejo y cada
vez más insalvable. Sin embargo muchas de las soluciones esta en los propios datos
que genera el problema, que luego de un análisis multidisciplinario se puede
construir salidas inteligentes, económicas y de beneficio común, usando
herramientas tecnológicas, estadística y decisión.
Empecemos tratando bien a los datos es la materia
prima de la estadística, hay que hacer que hablen. Evitemos caer en la infoxicación.
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